No vine a llorarle las penas a nadie, tampoco
busco víctima para consolar. El tiempo pasa como es de costumbre y de lamento
no lleno mis días, sigo hacia delante, porque hacia atrás, aunque lo intentemos
es imposible. La felicidad es un grado de satisfacción que el ser humano conoce
mientras mayor es su ignorancia programada, esa virtud de antemano que sabe
distinguir las cosas importantes y sólo darle cierto valor a todo aquello que
nos hace felices. La simplicidad positiva concentra en un mismo fin todo
aquello que acaba siendo de nuestro agrado, olvidando los problemas, los
designios de maldad, la intolerancia cruel de aquellos que no entienden. Todos
llevamos una barrera inquebrantable al exterior, nadie tiene la fuerza
suficiente para destruir el alma de otra. Para destruirnos solo se puede hacer
desde dentro, somos nosotros mismos los que nos imponemos nuestra propia
condena.
Son tiempos difíciles, nadie lo niega,
propagar el optimismo dicen que es de locos, que como vamos a poder ver el vaso
medio lleno, si ni siquiera queda agua. Las fuentes están secas, nadie riega
los brotes desde la base y se va deshidratando ese verde que se marchita
dejando huella de haber existido tiempos mejores. Orgullosos decidimos hacer la
lucha, formamos una guardia, aclamando una revolución con unos ideales
obsoletos. El desánimo se involucra en una sociedad corrompida por el egoísmo,
mientras se va pidiendo una pizca más de solidaridad. Los que creen que mandan
en ti van difamando hipócritamente la cordura, conservando la serenidad que les
conviene, cuando son los locos que lejos de buscar ningún interés, son los que
avanzan, los que continúan, los soñadores, los optimistas, los felices, los
ignorantes programados, los simplistas positivos. Sea la situación en la que
estés, siempre existe la esperanza de mejorarla, de mantenerla si es de agrado
y de rechazarla si causa dolor. Existen miles de caminos, pero pocas formas de
caminar, o eres de los locos o eres la victima que se queja de que corta es la
vida y que largo es el invierno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario