(aunque lo ponga en Entradas Tinoco, aquí introduzco un tema de Serrat)
Probablemente en su pueblo se les recordará
como cachorros de buenas personas,
que hurtaban flores para regalar a su mamá
y daban de comer a las palomas.
Probablemente que todo eso debe ser verdad,
aunque es más turbio cómo y de qué manera
llegaron esos individuos a ser lo que son
ni a quién sirven cuando alzan las banderas.
Hombres de paja que usan la colonia y el honor
para ocultar oscuras intenciones:
tienen doble vida, son sicarios del mal.
Entre esos tipos y yo hay algo personal.
Rodeados de protocolo, comitiva y seguridad,
viajan de incógnito en autos blindados
a sembrar calumnias, a mentir con naturalidad,
a colgar en las escuelas su retrato.
Se gastan más de lo que tienen en coleccionar
espías, listas negras y arsenales;
resulta bochornoso verles fanfarronear
a ver quién es el que la tiene más grande.
Se arman hasta los dientes en el nombre de la paz,
juegan con cosas que no tienen repuesto
y la culpa es del otro si algo les sale mal.
Entre esos tipos y yo hay algo personal.
Y como quien en la cosa, nada tiene que perder.
Pulsan la alarma y rompen las promesas
y en nombre de quien no tienen el gusto de conocer
nos ponen la pistola en la cabeza.
Se agarran de los pelos, pero para no ensuciar
van a cagar a casa de otra gente
y experimentan nuevos métodos de masacrar,
sofisticados y a la vez convincentes.
No conocen ni a su padre cuando pierden el control,
ni recuerdan que en el mundo hay niños.
Nos niegan a todos el pan y la sal.
Entre esos tipos y yo hay algo personal.
Pero, eso sí, los sicarios no pierden ocasión
de declarar públicamente su empeño
en propiciar un diálogo de franca distensión
que les permita hallar un marco previo
que garantice unas premisas mínimas
que faciliten crear los resortes
que impulsen un punto de partida sólido y capaz
de este a oeste y de sur a norte,
donde establecer las bases de un tratado de amistad
que contribuya a poner los cimientos
de una plataforma donde edificar
un hermoso futuro de amor y paz.
Llegaba el verano y
en una plaza del pueblo, en un banco cualquiera, se sentaron los dos,
mudos en el silencio y sin comprender por que el destino los había
llevado a aquel lugar. En una fría situación, el chico soltó la primera
bocanada de aire y después de un suspiro profundo le habló. – ¿Qué es de
ti? - Esta pregunta se puede interpretar de muchas maneras. ¿Qué es de
ti sobre tu pasado?, ¿qué es de ti ahora sobre este microsegundo
presente? o ¿qué es de ti sobre tus planes de futuro?. Finalmente ella
contexto con una pequeña voz temblorosa – Pues de mi, en este curso de
mi historia, he tenido momentos interesante y aburridos, buenos y malos -
. Los dos sabían que cuando hablaban de momentos se referían a aquellos
momentos después de su relación. El era un chico Cosmopolitan,
conocedor de mundo y de la filosofía de la vida. Ella era una chica
tímida, pero a la vez impulsiva, tales cosas le harían no conocer nada y
conocerlo todo. El viento soplaba, de estas brisas de verano, que el
calor sofoca y el viento relaja. A la conversación le faltaba cierto
ritmo, los dos volvieron a callar y se adentraron en el silencio del
exterior y en el intenso ruido de sus pensamientos. Como poder explicar
que el amor se puede encontrar en cualquier parte que tu quieras
encontrarlo. Han podido enamorarse miles de veces, han podido dar su
cariño otras tantas iguales. Sin embargo después de varios años, se
volverían a encontrar en un simple banco después de haber tenido
anteriormente amores egoístas. Después de este sumiso silencio, él se
repuso a continuar la conversación y a darle un tono mas elevado. - ¡Te
he echado de menos!, te he olvidado en innumerables ocasiones y te he
vuelto a recordar de nuevo. He reído recordando nuestros momentos
graciosos y he disfrutado en la cama soñando contigo, pero por muchas
veces que haya podido olvidar y recordar, al final recaía en el asombro
de volver a echarte de menos. Porque así son las cosas, tal vez, no era
lo que yo quería, pero es lo que me ha tocado - . Después de este mini
discurso, ella sentada un poco más cómoda que antes se volvió hacía él,
le miró a los ojos, le saco una leve sonrisa y exhaló algunas palabras.
-
Por mas que hayas pensando en mí, nuestros momentos no marcarán en tu
futuro sino en tu recuerdo. No has visto unas mayores expectativas de
volver conmigo sino que tus recuerdos los has hecho más importantes. A
veces, yo también te he echado de menos, supongo que esto son cosas que
pasan, pero me di cuenta, de que cada vez que pensaba en ti, hacía menos
importante mi presente y más importante mi pasado.
Y
se volvieron a adentrar en el silencio de la tarde, analizando
interiormente la conversación. Y volvió a continuar ella, esta vez mas
decidida. - Tal vez nuestra historia fue más bonita, teníamos nuestros
problemas y nuestras reconciliaciones, no tuvimos ningún principio, todo
fue lento pero intenso, tal vez hay este la magia, nunca supimos el
principio, pero tampoco supimos nuestro final. Podría buscar millones de
sentido a lo ocurrido, pero es que simplemente ocurrió, nos gustamos,
nos quisimos, nos amamos, nos odiamos y por desgracia finalmente nos
hicimos indiferentes- . Entonces él casi sin escucharla y cortando su
conversación se acerco a su oído y le canto la canción que el había
hecho en su momento para ella. Ariadna que así se llamaba la chica,
soltó unas lágrimas que se evaporaron en su mejilla. Agitado los dos se
sintieron indefensos en aquella situación de amor, por que ellos podrán
ser dueños de su vida, pero no de su historia, podrán ser dueños de sus
mentes, pero no de sus corazones, podrán ser dueños del destino, pero no
del futuro, podrán ser dueños de todo, lo que les convierte en dueños
de nada. Porque cuando te sientes dueño de algo, es cuando más inseguro
estas, teniendo todo el peso de las decisiones.
-
Es curioso, siempre tuve la necesidad de besarte, y tan solamente tengo
el placer de abrazarte – dijo Leo, que así se llamaba el chico. – así
que abrázame por favor, necesito comprobar algo -. Los dos abrieron los
brazos se juntaron un poco y entrelazando bajo los hombros se frotaron
las espaldas en un mísero abrazo, falto de calor y cariño. Se miraron
mutuamente como sino se conocieran, sin parpadear ni un segundo, se
observaron de nuevo, buscando un misterio que parecía haberse escondido
tras los años. Leo bajó los brazos hasta sus caderas, Ariadna los elevó
hasta su cuello, la respiración aumentaba, el reflejo de sol en los ojos
alumbraban aun más sus miradas, el corazón palpitaba a un ritmo
elevado, y mientras más se acercaban, mas fuerte retumbaba el tambor en
el pecho. Sus rostros cada instante más cerca, más inevitable lo que iba
a suceder. Cerraron los ojos. Leo aproximó sus labios lentamente.
Ariadna los besó en un irrefrenable deseo. Y la volvió a besar después
de seis años. Hay quienes dicen que los amores verdaderos nunca mueren,
yo creo que lo importante no está en que no mueran, sino en que vuelvan a
nacer. Nunca supieron como se alejaron uno del otro, es que era tan
realmente puro su amor, que lo demás resultaba ser malditamente falso.
Separaron
los labios, abrieron a la luz los ojos oscuros de ella, los ojos claros
de él. Leo se levanto del banco, le dio un beso en la frente y le dijo –
Que tu y yo nos volviéramos a encontrar estaba mas que escrito en
nuestro destino. Que tu y yo volvamos a vivir una vida sumergida en un
desenfreno amoroso y volver a ser felices como la primera vez, no se
sabe, solo es cuestión de averiguarlo – Se dio media
vuelta y se marcho andando dándole patadas a una pequeña piedra que se
encontraba en el suelo. Ariadna se levantó de su asiento y gritó el
nombre de Leo. Él miró con cierto tono de vacilación y ella empezó a
hablar.
-
Porque a veces lo más fácil es lo mas complicado. Porque a veces es mas
difícil ser amigos que solo amar. Porque a veces estamos hechos uno para
el otro. Porque a veces ser diferentes es lo que nos complementa a los
dos. Porque a veces, el futuro nos aguarda un misterio y solo dos
corazones con ganas de descubrirlo darán con la clave – los ojos de Leo
se iluminaron, su cara mostraba cierta felicidad y su sonrisa lo
confirmaba. - ¿Sabes? Te quiero, pero esto es lo maravilloso del amor,
que lo fácil, lo hacemos jodídamente difícil – dijo Leo finalmente.
Y
se marchó, sin decir nada mas y con unas lágrimas que no salían, por
vergüenza a que le vieran llorar. Ariadna lo contempló con aire de
felicidad y de tristeza. ¿Sería esta la última vez que se verían?,
¿sería el último beso de amor de sus vidas?.
(musica el vapor)
Cuando a las claras del día
y entre sabanillas blancas
un nuevo niño nacía
y la esperanza sabía
los sueños que le esperaba
Su padre desde chiquito
ya, todo se lo contó
para que el pronto supiera
que el hermanito que tuviera
lo trataría con amor
Con los años vas a crecer
aprenderás a ganar
y aprenderás a perder
a compartir los juguetes
y los deberes que hay que hacer
y nunca le dejaras solo en el camino a recorrer
Y tu padre espera, que comprendas
que la historia se hace leyenda
cuando los celos, cuando los celos...
pronto se olvidan
Y acompañarás a la cuna
en las noches mas oscuras
por si la luna
no ilumina.. su carita
Grábatelo en el alma
Nunca olvidas mis palabras
y el corazón se te hará grande
Y en el patio de mi casa
no parábamos de jugar
combina combina así
las tardes ai sin parar
con tu tio yo así crecí
Y si sientes la crueldad
y el mundo te hiere
recuerdas que siempre tendrás
siempre tendrás, siempre tendrás
un hermano que te quiere
Los piratas, es una de las mayores obras del carnaval de Cádiz, para mi no existe otra igual y dudo mucho que la haya en un futuro, signo de inspiración poética por parte del autor Antonio Martínez Ares, que casi consigue ser Disco de Oro.
Por las barbas de Neptuno se nos ha acabado el mar, dimos con los arrecifes to nos tiene que pasar.
¿Qué es aquello? La Tacita, al final de ésta escollera, daos prisa mis piratas que un tesoro nos espera..
Firme esa jarcia, esto puede reventar, tenemos una vía de agua, tirad con fuerza, Aaarrh. Ya está todo en tierra, noooo, aún falta el ron, a ver que nos dice el mapa: es por aquí no hay confusión.
Hay quien dice que eres tú la guarida de los besos, y eso debe ser de veras, porque como mi bandera, estoy colao por tus huesos.
Tú mi rosa de los vientos, tú mi gloria y mi pecao, tú mi luz y mi tormento, vengo pa robarte y salgo robao..
Tú la isla de mis sueños, mi más preciado botín voto a brios Dios del Cielo, cuantos, cuantos bucaneros se han enamorao de ti..
Vamos, vamos camaradas, las armas desenfundad, el amor para los necios, ¡a por ella!, sin piedad..
A Cadiz ha llegao un barco pirata, pirata, pirata, pirata.. temblad.
Carnecita de gallina se me puso esa mañana, cuando vi que en sus mejillas una agüita cristalina hasta su boca resbalaba..
La sonrisa en las paredes, enseguida lo noté, sí, le di un beso enorme, y ese día fui más hombre por ser ella más mujer..
Hice mis cuentas: si es febrero, 20, 30.. por noviembre llegará. Y una a una me fui bebiendo las lunas pensando cómo será. Ay será..
Y sus dolores, eran míos sus dolores, porque era un dolor de amores y su miedo era mi miedo, no hubo santos en el cielo a los que no recé esa noche. Y sus dolores, con su mano se me fueron cuando me dijo: te quiero, ahora hay que ponerle un nombre.
No sé qué me traerás debajito de tus brazos, si un premio de Carnaval, si alegrías o calvarios. Lo que traigas llevaré, lo que lleves tomaré, pero bienvenido seas, yo te cuido duérmete, a la ea, ea, ea.
Con permiso buenas tardes, vengo pa que me detenga. Qué cansá voy a sentarme, pues verá voy a explicarle la historia de un sinvergüenza..
Lo quería con locura, toa mi vía se la dí, pero el sólo buscaba una criada, una esclava, una mujer para parir.
Siempre decía que tenía una quería, una duquesa para él. Qué le gustaba llegar por la madrugada pa tenernos a su merced, ¡su merced!
Y lo he matao, a mi Juan yo lo he matao, por haberme maltratao, por sentirme una perra, por hacerme una vieja con cuarenta y pocos años. Y lo he matao, a mi Juan yo lo he matao y en mi alcoba lo he dejao con mi llanto en sus labios.
Justicia no pido yo, que conmigo no la ha habido. ¿Quién me paga este dolor y la pena de mis hijos? Así que ya sabe usted, haga lo que haya que hacer. Póngame una soga al cuello, porque por primera vez, no tengo, no tengo miedo.
Me han dicho a mi tus vecinas que no sales de tu casa. Tu mare está enfadailla, te ha leído la cartilla por salir con un pirata..
Debe ser que la otra noche nos vio juntos en el portal. Yo, estaba contento, porque al fin me diste un beso. ¡Ay, mecachis en la mar!
Soy un corsario, me he críao en el balneario, buceando entre cuplés. Tú eres gaviota, jovencita y muy loca. ¡Que bien me has echao la red! Ay la red..
Señora mía, que la vida son dos días, y yo la quiero en la mía, mire que he comprao un barquito, más blanco ni más bonito que en toito en el muelle de Cai. Señora mía, yo soy un filibustero, pero que habo si la quiero, míreme a los acais.
Por la gloria de Cotón, le juro que voy en serio. Abandono el galeón, menúo soy yo pa eso. Ande y déjela salir que la tengo que decir dos cosillas y dar una vuelta. A las diez la traigo aquí.. o que ruede mi cabeza.
Era un cuatro de diciembre cuando tomamos la calle. Era un cuatro de diciembre, cuando dijimos que verde y blanca era nuestra sangre..
Andaluces levantaos, desde el trigo hasta la mar, cuatro de diciembre, luchando por nuestra gente, España y la humanidad..
Días de guerra, de facistas en la acera rezando a su dictador. Tardes de espanto, Málaga entera llorando, mataron a Caparrós, Caparrós..
Y las cadenas, cayeron nuestras cadenas, y bailaron las estrellas, suspiraron los abuelos, no había ya en el mundo entero batallón que nos pudiera.. Y las cadenas, y el sudor de nuestra frente, to pa los terratenientes, pa que hicieran la faena..
Rojos contra la pared, Blas Infante por los muros.. no al 143, sí al 151. Como se puede olvidar, 20 años de libertad, libre libre para siempre. ¡Qué bonita Navidad! De aquel cuatro de diciembre..